Mamá del corazón
Sandra, mamá del corazón,
o mamá postiza, como decís vos,
llegaste a nuestra vida como un rayo de sol.
Un mes ha pasado y ya sos parte de nosotros,
con tu amor y cuidado, nos haces sentir
ese calor de hogar que solo una madre sabe dar.
Hoy celebramos tus 50 años,
de vida, amor y fortaleza.
Sos un ejemplo a seguir,
con tu cabeza siempre en alto, tu fuerza y tu inteligencia.
Conmigo y mis hermanos, sos una guía,
un apoyo y tus palabras un abrazo al alma
y al corazón que siempre necesitamos.
Con mi papá, una compañera fiel,
persistente y paciente.
Porque aunque no es fácil de entender,
ahí estás siempre haciéndole bien.
Tu corazón es puro y generoso,
tu alma dulce aunque herida.
Esperamos que con nuestra familia
podamos darte ese amor que tanto se te negó.
Y curar esas heridas en tu alma y corazón.
Quiero decirte algo alegre, profundo
y emotivo para demostrarte cuánto te quiero y admiro.
Sos una mujer increíble,
con una sonrisa que ilumina
hasta el rincón más obscuro de nuestro ser.
Gracias por ser como sos,
por llenar nuestra vida de amor y felicidad.
Te queremos mucho,
y esperamos tenerte muchos años más.
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